La directora de esta institución, Marcela Valdés, comenta que esta implementación responde a "nuestro interés por generar una biblioteca inclusiva, no sólo en sus servicios e infraestructura, sino que en su manera de comunicarse con sus usuarios".
En cuanto al proceso de cambio e integración se contó con el apoyo de Mónica Cañulef Cañulef, funcionaria de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), además de la traducción de Grafemario Azümchefe y con el noble aporte del lingüista Necul Painemal Morales quién de manera personal se comprometió a realizar esta gestión en conjunto con ese equipo y el personal de la Biblioteca de Santiago.
[Fuente: Biblioteca de Santiago]
Manuscritos de la época colonial, joyas que requieren ser digitalizadas
El brasileño Roberto Hofmeister, que llegó al país para hablar de escolástica en la época colonial, explica que sus investigaciones en Bolivia y en otros países como Perú se ven obstaculizadas por la falta de digitalización de piezas que están, sobre todo, en bibliotecas de órdenes religiosas.
Otra dificultad que identificó es que la mayoría de los textos se hallan total o parcialmente en latín, lengua que no es ampliamente enseñada en Bolivia. Entre el 24 y el 26 de agosto pasado se desarrolló el X Encuentro Internacional de Estudios Clásicos en Potosí. Más de veinte académicos se reunieron para dar cuenta del legado grecorromano en diversos productos culturales de América Latina desde la colonia hasta la actualidad. Los artistas y hombres de letras del periodo colonial -según dan cuenta los estudios- utilizaron con "ingenio” las referencias clásicas para enriquecer sus obras.
Si bien hay valiosos estudios sobre las obras impresas que registran las bibliotecas nacionales como los de Josep Barnadas y Marcela Inch, los manuscritos son piezas únicas que en muchos casos requieren ser inventariadas, digitalizadas y estudiadas. En Chile y Colombia, explica el mencionado filósofo brasileño y el colombiano Ricardo del Molino, se avanzó más en el registro de estos textos.
Sin embargo, "centenares o hasta millares” de manuscritos —afirman los eruditos— se hallan en archivos de órdenes religiosas de difícil acceso por el escaso personal. El académico brasileño cuenta que en el convento franciscano de Cusco no pudieron entrar a la biblioteca el día planeado, porque sólo cinco frailes manejaban el lugar y no estaba el encargado de la llave. Situaciones similares experimentó en Bolivia, Perú y Ecuador.
En una de las vitrinas había una caja de madera en la que encontraron 25 piezas de teatro breve. El hallazgo inesperado "cambió completamente el conocimiento de nuestro teatro en los siglos coloniales”, dado que para ese momento sólo se había estudiado una comedia de Diego de Ocaña.
[Fuente: Página Siete]
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