EL JUEVES HUBO MANIFESTACIONES PACIFICAS EN NOVENTA CIUDADES ESTADOUNIDENSES
Protesta contra el racismo policial
La muerte de un joven afroamericano con presuntos problemas mentales a manos de un policía de Los Angeles se suma a la muerte no esclarecida de otro joven afroamericano baleado por un policía en Ferguson, Missouri.
Por motivos que aún se desconocen, el joven y los agentes se enfrentaron en una pelea y, de acuerdo con la versión policial, Ford empujó a uno de los agentes y trató de arrebatarle el arma, por lo que uno de los policías le disparó. Tras recibir el balazo, Ford fue trasladado al hospital, donde falleció.
La muerte de Ford tuvo lugar dos días después de que un policía de raza blanca matara a un adolescente afronorteamericano desarmado en Ferguson, Missouri, en circunstancias todavía por esclarecer, lo que derivó en incidentes violentos y protestas que se apaciguaron ayer gracias al relevo de la fuerza policial a cargo de la seguridad de las marchas.
El testimonio de los allegados de Ford indica que éste sufría un trastorno mental, algo que no fue confirmado oficialmente, como tampoco se conocen los motivos por los que los agentes decidieron detenerlo. La investigación del hecho está a cargo de la División de Fuerzas de Investigación del Departamento de Policía y la oficina del fiscal del distrito del condado de Los Angeles.
Las marchas por la muerte del adolescente Michael Brown se habían limitado a la localidad de Ferguson, en Missouri, pero el jueves a la noche miles de personas en todo Estados Unidos se reunieron en parques y plazas, organizados mediante las redes sociales por el movimiento National Moment of Silence for Victims, con la etiqueta de Twitter NMOS14.
Más de 90 ciudades de 35 estados celebraron vigilias y un “minuto de silencio nacional” en honor a las víctimas de la violencia policial tras el suceso de Ferguson y a lo que ahora se agrega el caso del joven afronorteamericano muerto en Los Angeles también por un policía. Estos hechos despertaron el debate racial en Estados Unidos, todavía con el recuerdo del caso de Trayvon Martin, otro adolescente afronorteamericano que murió a manos de un vigilante voluntario que lo baleó en Florida, en 2012.
La colecta anunciada por el grupo New Empire Knights del Ku Klux Klan en su web tendrá lugar el 23 y 24 de agosto en la ciudad de Sullivan (Missouri) y a los asistentes se les recomienda que hagan donaciones a partir de 10 dólares para “el policía que hizo su trabajo contra el criminal negro”. El Southern Poverty Law Center, una organización que investiga a grupos racistas, detectó en las redes esta acción del Ku Klux Klan “desesperado por publicidad y oportunidad de extender el odio y el terror”, tras la muerte de Michael Brown, de 18 años, el sábado.
Esta facción del Ku Klux Klan, que se declara harta de los grupos modernos del Klan y quiere volver a sus orígenes, señala que la recaudación es una “recompensa” para el policía, al que considera un “héroe” y cuya identidad se mantuvo en un principio oculta. Las versiones sobre lo que sucedió son contradictorias.
Dorian Johnson, un joven que acompañaba a Brown, aseguró que cuando caminaban por el medio de la calzada junto a un complejo de departamentos, un agente policial les ordenó que usaran la vereda, lo que generó una discusión. “El policía disparó una vez y cuando mi amigo escuchó el disparo se dio vuelta y levantó las manos”, relató a la prensa Johnson, quien aseguró que Brown “se tiró al suelo, y el policía se aproximó y siguió disparando varias veces”.
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